sábado, 3 de marzo de 2012

QUÉ ES LA COCAÍNA?



La cocaína es un polvo blanco, fino, que los mercaderes suelen aumentar su cantidad mezclándolas con polvo de cal, talco, etc. 


Otro además de aumentar su volumen la potencian con anfetaminas, estrignina, quinina, ácidos básicos, detergentes, formol, etc. Difícilmente se halla pura (o sea, sin agregados más que los que pertenezcan a su fórmula química original) este estado de pureza fluctúa entre un 5% y 50% (hay que tener en cuenta que tanto en la cocaína, como en otras drogas, que la adulteración suele ser más perjudicial que la droga en sí). 


Actualmente el consumo de la cocaína está experimentando un notable aumento, no solo entre la clase social alta y determinados profesionales, debido a la baja capacidad de la cocaína para producir dependencia física y a sus efectos estimulantes, que dan la sensación de un aumento de las capacidades de la persona. 


Generalmente, la fabricación de cocaína no se hace al por mayor, sino que los laboratorios, muy rudimentarios, trabajan por encargo, una vez que la operación cuenta con un comprador seguro, que se encarga de todo lo relacionado con el transporte y distribución de la droga cuyo punto final suele ser Norteamérica o Europa. ORIGEN La hoja de coca, es el único integrante del arbusto que contiene cocaína. Esta dispuesta en grupos normalmente, de 7 en cada tallo. 


Su forma es ligeramente ovalada, oscilando su tamaño entre 4 y 8 cm de largo por 2 a 4 cm de ancho. Su sabor es amargo produciendo en la lengua una ligera sensación de embotamiento. El plantío de cocales, traen consigo una serie de consecuencias ecológicas, tales como la deforestación (arrasando la selva por el método de corta y quemar, con la consecuencia de inundaciones y sedimentación), y la desaparición de plantas y animales. PROCESOS DE ELABORACION El proceso de elaboración de pasta de coca, se lleva a cabo la mayoría de las veces en las inmediaciones de la plantación, principalmente por no desplazar tanto kilos de hoja de coca, con el volumen que ello supone, ya que para obtener un kilo de pasta de coca, se precisan aproximadamente unos 125 kilos de hoja. 


El proceso de elaboración, es el que sigue: 
Primera etapa: 


Las hojas de coca se mezclan con agua y sustancia alcalina. La mezcla se tritura y se agrega queroseno, removiéndose la mezcla. 


Segunda etapa: Se separa el queroseno y se desecha la hoja de coca. Se agrega agua y ácido sulfúrico. Se filtra y se echa cal o amoniaco. Se seca, resultando la pasta de coca. 


Tercera etapa: A la pasta de coca se le agrega acetona o éter. La solución se deja reposar y se filtra, se echa amoniaco. Filtrado, lavado con agua, secado, creando la cocaína base. Cuarta etapa: La cocaína base bruta, se disuelve en éter, se filtra se agregan ácido clorhídrico y acetona. Filtrar, secar, obteniendo clorhidrato de cocaína. El polvo creado es de color mate, cremoso. Granuloso, húmedo y suele contener agregados, su uso habitual suele ser en forma de cigarrillos. 


CALIDAD Y NIVELES DE PROCESAMIENTO El clorhidrato de cocaína difiere, en muchas ocasiones, en su acabado final, esto está motivado por los productos químicos empleados en su elaboración. Existen varias "calidades", que al igual que en su presentación es diferente, lo es también en sus efectos: A. Tal vez la mejor es la denominada "Yen", cuya presentación es muy blanca, escamosa y brillante. 


Su pureza es inigualable y roza el 98%. Esta cocaína produce efectos muy estimulantes sin rebasar la barrera de la euforia paranoica. B. Existe dentro de la variedad de las blancas, la tipo "Tiza", con una presentación polvorienta y sin brillo que hace honor a su nombre. Sus efectos son altamente euforizantes. C. 


Por último mencionar a las amarillentas, que suelen desprender un olor característico a Keroseno o gasolina. Sus efectos rozan la taquicardia y es quizás la más euforizante. 


 FORMAS DE CONSUMO: 
 El consumo de cocaína incluye las formas de administración más variadas. Aunque la masticación de hojas de coca produce efectos estimulantes, no se pueden comparar con el grado de estimulación que se obtiene con la administración de la cocaína, ya sea por vía nasal o intravenosa. La cocaína suele tomarse fundamentalmente de dos formas: 


 INHALADA O “SNIFADA”: Por las fosas nasales, procedimiento muy en boga y de aumento progresivo en los últimos años en los países desarrollados de Europa y América. De esta manera la cocaína se absorbe al torrente sanguíneo.

ADICCION A LA COCAINA

Anteriormente se pensaba que la cocaína solo producía habituación psicológica y no dependencia física. Sin embargo, hoy día no es útil la separación semántica entre la dependencia psicológica y la dependencia física. 


La necesidad psicológica de continuar el uso es una parte de la adicción tanto como la necesidad física de evitar el síndrome de abstinencia. 


Con la cocaína, la dependencia psicológica es mucho mayor que la dependencia física, sin embargo, la evidencia clínica sugiere que existe un verdadero síndrome de abstinencia que sigue al uso prolongado de cocaína: depresión, aislamiento social, deseo de usar, tremores, dolores musculares, disturbios en el apetito, cambios en el electroencefalograma, cambios en los patrones de sueño son definitivamente muestras de algo mas que una simple dependencia psicológica. 


La definición moderna de la dependencia a la cocaína utiliza el termino dependencia química que incluye el consumo compulsivo, la pérdida del control sobre el consumo y uso continuado a pesar de consecuencias negativas. 


Otro de los síntomas característicos de esta dependencia es la negación, que incluye la minimización, la racionalización, la justificación, como parte del componente psicológico de la dependencia. 


 La dependencia a la cocaína es considerada como una enfermedad primaria, crónica, progresiva y frecuentemente mortal si no se detiene. Existe tratamiento disponible actualmente y se basa en la abstinencia total y terapias de grupo, ya sea de manera intrahospitalaria como ambulatoria. 


 Existe también una comunidad cada vez más grande de personas que han superado la adicción activa y que se están recuperando de esta enfermedad.

LA COCAÍNA Y SUS EFECTOS



La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando directamente sobre el cerebro efectos fisiológicos inmediatos son: 


Sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal. Estos síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas respiratorias. 


Además se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal. 


Comúnmente causa congestión nasal, que puede presentarse o no con secreción liquida. 


El uso por vía inyectable expone al adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C, y otras enfermedades infectocontagiosas. 


La infección con el HIV puede producirse por la transmisión directa de virus al compartir agujas y otros dispositivos contaminados. Además, puede producirse indirectamente por transmisión prenatal a un niño cuya madre está infectada con el HIV. 


La cocaína es una droga extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y duran alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. 


Dada su alta capacidad de producir daños y hasta destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras en sujetos recién iniciados se convierten en efectos desagradables como agitación, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales auditivas y táctiles, delirio paranoide, amnesia, confusión, fobias o terror desmedido, ansiedad, estupor, depresión grave y tendencias suicidas. 


Los efectos psíquicos reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en publicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento de la comunicación verbal y de la seguridad en uno mismo, inquietud, anorexia, insomnio e hipomanía.


El adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de sentir placer ante la falta de la sustancia. Así, la cocaína se convierte en el único objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de sentimientos. 


 La cocaína es consumida por muy variados tipos de sujetos y motivos. 


Existe un patrón de consumo recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta controlada de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la droga ocasionalmente cuando se les ofrece. Se diferencian radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales resultados. 


A esta situación puede llegarse por causas diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y ambientales determinantes. 


La adicción a la cocaína posee condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el reforzamiento de una personalidad insegura, que recibe un apoyo en el estímulo del tóxico. 


En lugar de tratar este déficit patológico con antidepresivos o fármacos estabilizadores del estado de ánimo se recurre a una vía aparentemente rápida. 


Dado que los efectos de la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo precisa varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la ingesta. 


 Un nuevo estudio acaba de revelar que la cocaína causa una constricción progresiva de los vasos sanguíneos en el cerebro, algo que con el tiempo puede resultar extremadamente peligroso. 


 Secuelas de la cocaína en el cerebro: 


Después de haber consumido el individuo experimenta diferentes secuelas tales como ansiedad, depresión, falta de hambre. 


 Para finalizar daré a conocer los síntomas físicos que produce la cocaína: 
Ardor en los ojos.
Resecación de la garganta. Palpitaciones y temblores. 
Sudoración abundante. 
Dolor de cabeza y mareos. 
Dilatación de pupilas. 
Contracciones de los músculos de los ojos. 
Fiebre, convulsiones y delirios. 
Desnutrición y pérdida de peso. 
Deficiencia inmunológica. 
Afecciones cardíacas y hepáticas. 
Enfisema pulmonar. 
Muerte por intoxicación. 
Las consecuencias en la psiquis del consumo de la droga son: 
Pérdida de las motivaciones. 
Depresión. 
Apatía, irresponsabilidad, desinterés. 
Aislamiento. 
Dificultades para interrelacionarse. 
Abandono del aspecto personal. 
Pérdida de la memoria y de la concentración. Agresividad, descontrol, impulsos delictivos, violencia. 
Suspicacia extrema y paranoia. 
Inclinación al suicidio.